Dámaris nos pidió una máquina arcade para darle una sorpresa a su marido (y vaya si se la dio). La quería de un color concreto y canteada en negro, como suele ser habitual. Además la quería que en su interior llevara un ordenador, con el hyperspin, ya que su marido le encantaba cacharrear y estaba segura de que iba a incorporar más emuladores y sistemas… en cuanto dispusiera de tiempo.
Los motivos están inspirados en nombres de juegos, con la particularidad de que, algunas de las letras van de diferente color, formando nombres que su marido identificaría sin dudar. 😉 Al final la maca se fue para Algeciras y allí está siendo disfrutada por ellos. La última imagen corresponde a la ubicación final.
Unas imágenes del proceso:
Por último, un vídeo para hacerse una mejor idea del aspecto y funcionamiento: